jueves, 3 de febrero de 2011

Desperté en un día cualquiera

Recuerdos, todo consiste en recordar. Pero en todo momento debemos estar seguros del presente en el que nos encontramos. Anoche tuve un sueño en el que me reencontraba con antiguas y recientes amistades. En él hubo un poco de todo, flirteo desenfadado, pensamientos irreales, buenas sensaciones y risas, muchísimas risas. Hace tantísimo tiempo que no me río de esa forma entre amigos. Me recuerda a una muy buena amiga que tengo demasiado lejos... con la que me reía tanto y por tantas cosas que creo que el tiempo se paraba para oír el eco nuestras carcajadas.
Volviendo al sueño... creí vivir fuera de él durante todo el tiempo. Me encontré con alguien cercano y le expliqué el sueño que tuve la noche anterior a esa misma que estaba ocurriendo. Le dije que soñé con él y por muy simple que fuera el sueño y apenas sin argumento, pues no hubo diálogo, nos hizo tanta gracia que nos echamos a reír como si fuera la última cosa que la vida nos permitiera. Un simple sueño me llenó de vitalidad y lo primero que hice al despertar fue percatarme de que había sido un eso, un sueño, pero que todo estaba de maravilla y me sentía tan descansada que, de repente, como si de mi cabeza hubiera salido, sonó el despertador. Tengo la costumbre de despertar justo antes que suene. Podrá parecer una ventaja, pero abrir los ojos y directamente pensar '¿tendré que levantarme ya?' No es precisamente agradable, pero lo que lo hace que lo sea un poquito es la música que me hace despertar.


Come let the truth be shared, no-one ever dared
http://www.youtube.com/watch?v=TqDXpoFpMrE

Podréis decir que la melodía que se pone de alarma es la que acabas odiando pero yo nunca podría despreciar tal terciopelo para los oídos.

Fue entonces cuando desperté esta mañana.


¡Buenas nochitas!

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